Guía completa de preguntas frecuentes sobre el suelo radiante refrescante

El suelo radiante refrescante —también llamado suelo radiante frío o de refrigeración radiante— es un sistema de climatización que utiliza el pavimento de la vivienda como superficie emisora de frescor.

Funciona haciendo circular agua fría (entre 16 °C y 20 °C) por una red de tuberías bajo el suelo. Esta agua absorbe el calor del ambiente, reduciendo la temperatura interior de forma progresiva, sin corrientes de aire ni ruidos.

Es el mismo circuito que en invierno calienta la casa (haciendo circular agua caliente por las tuberías), pero operando al revés. El resultado es una climatización invisible, silenciosa y uniforme, ideal para mantener el confort térmico todo el año.

En pocas palabras: no lanza aire frío, sino que extrae el calor del espacio, bajando la temperatura de forma natural y uniforme. Silencioso, invisible y sin corrientes de aire.

El principio físico es simple pero potente: transferencia de calor. Así es como lo hace:

1. Una bomba de calor reversible (generalmente una instalación de aerotermia) enfría el agua del circuito hasta unos 16–20 °C.
2. Esta agua circula por las tuberías del sistema de suelo radiante.
3. El suelo, al estar más frío que el ambiente, absorbe el calor del aire interior.
4. El aire de la habitación pierde temperatura progresivamente, sin necesidad de forzar ventiladores ni emitir ruido.

Este proceso es pasivo, natural y continuo. No genera golpes de frío ni necesita rejillas visibles. El resultado es una sensación térmica suave, envolvente y estable que muchos consideran más confortable que el aire acondicionado tradicional.

Sí, y de hecho es la combinación más eficiente actualmente. La aerotermia permite tanto calentar como enfriar el agua con un solo equipo. En modo verano, invierte el ciclo de funcionamiento para enfriar el agua que circula por el suelo radiante.

Esto se traduce en:
✅ Menor consumo energético que un sistema de aire acondicionado tradicional.
✅ Mayor confort gracias a la distribución uniforme del frescor.
✅ Menos impacto acústico y estético: no hay ruido ni máquinas interiores visibles.

No exactamente, y eso es una ventaja para muchas personas.

El sistema de suelo radiante refrescante no sopla aire frío. En cambio, reduce gradualmente la temperatura del ambiente. Esto, mediante la circulación de agua fría bajo el suelo, creando una sensación de confort térmico uniforme, sin corrientes de aire, sin ruidos ni molestias.

En modo refrescante, la temperatura del agua que circula por el suelo radiante suele estar entre 16 °C y 20 °C. Este rango permite absorber el exceso de calor del ambiente sin provocar condensación, siempre que el sistema esté bien regulado.

El objetivo del suelo refrescante no es enfriar como un split, sino mantener una temperatura agradable, sin picos de calor ni sensación de bochorno.

De forma general, este sistema puede reducir entre 2 °C y 5 °C la temperatura ambiente, dependiendo del aislamiento de la vivienda, orientación solar, tipo de suelo, clima (seco o húmedo).

Sí, pero con matices.

En zonas secas, como Madrid o Zaragoza, funciona muy bien incluso sin apoyo extra. La ausencia de humedad ambiental permite usar el sistema de forma directa y eficiente.

En zonas húmedas, como Barcelona o la costa, puede requerir un deshumidificador o fancoils complementarios, especialmente en días con humedad relativa alta.

Sí, pero solo si no está bien regulado.

El principal riesgo del suelo refrescante es que, si el agua circula a una temperatura demasiado baja en un ambiente con alta humedad, puede producirse condensación en el suelo. Esto no solo afecta al confort, sino que puede dañar ciertos tipos de pavimento.

¿Cuándo ocurre esto?

Cuando la temperatura superficial del suelo cae por debajo del “punto de rocío”, es decir, la temperatura a la que el vapor de agua del aire se condensa y se convierte en gotas.

Esto puede evitarse con dos soluciones sencillas pero clave:

✅ Control automático del punto de rocío: muchos sistemas actuales ajustan la temperatura del agua según la humedad interior.
✅ Uso de humidostatos: sensores que controlan la humedad del ambiente y activan el sistema de forma segura.

Un sistema de suelo radiante refrescante bien diseñado no debe condensar. Si lo hace, el problema no es el sistema, sino la falta de regulación inteligente.

La eficiencia del sistema depende, en gran parte, del control automático que se utilice.

Hoy en día, los sistemas modernos permiten:

✅ Ajustar la temperatura del agua en tiempo real.
✅ Leer la humedad relativa del ambiente.
✅ Activar o limitar el funcionamiento del sistema según el punto de rocío.
✅ Gestionar desde una app, domótica o centralita digital.

Esto no solo evita problemas de humedad, sino que también optimiza el consumo y mejora el confort.

No. Uno de los grandes beneficios del suelo radiante refrigerante es que consume mucha menos energía que un aire acondicionado tradicional, especialmente si está combinado con aerotermia.

¿Por qué? Porque el sistema trabaja con saltos térmicos bajos. No necesita enfriar el agua a 7 °C como los aires acondicionados; le basta con mantenerla entre 16 °C y 20 °C, lo cual requiere menos esfuerzo energético.

Aquí depende de dos escenarios:

Si ya tienes suelo radiante para calefacción:

✅ Solo necesitas una bomba de calor reversible (como una aerotermia) y un buen sistema de control.
✅ La inversión extra es mínima.

Si partes de cero:

El coste total incluirá:
✅ Instalación del suelo radiante.
✅ Aerotermia o sistema de enfriamiento compatible.
✅ Sistema de regulación y control inteligente.

En ambos casos, aunque la inversión inicial es superior a la de un split, se compensa con:

✅ Uso todo el año (invierno y verano).
✅ Ahorro energético mes a mes.
✅ Menos mantenimiento.
✅ Más confort y salud (sin aire seco, sin polvo).

Consulta nuestros precios para instalar suelo radiante y aerotermia.

Sí, especialmente si tu vivienda está bien aislada y tienes o planeas tener aerotermia.

En comparación con sistemas de aire acondicionado:

✅ Consumo eléctrico más bajo.
✅ Distribución del frescor más saludable y constante.
✅ No necesitas duplicar sistemas (calor + frío).
✅ Menos mantenimiento y mayor durabilidad.

Sí, y en muchos casos es lo más recomendable.
El suelo radiante refrigerante funciona muy bien por sí solo en climas templados o secos, pero si vives en una zona con veranos muy húmedos o picos de calor extremo, puedes complementarlo con otros sistemas para conseguir un confort total sin sacrificar eficiencia.

Las combinaciones más comunes son:

✅ Fancoils: ideales para dar un impulso rápido de frescor en días muy calurosos. Se alimentan de la misma aerotermia, por lo que no duplicas equipos.
✅ Deshumidificadores inteligentes: controlan la humedad ambiental para evitar condensaciones sin renunciar al frescor del suelo.
✅ Split silencioso solo para zonas puntuales (como buhardillas o habitaciones mal orientadas).

No todo el mundo puede (o quiere) hacer una reforma integral. Pero eso no significa que no puedas aprovechar lo mejor de cada sistema.

Las mejores opciones:

▪︎ Si ya tienes radiadores y quieres frescor, puedes instalar fancoils con aerotermia en lugar de suelo radiante.
▪︎ Si ya tienes aire acondicionado por split, puedes mantenerlo en zonas puntuales y usar suelo radiante refrescante en las principales zonas de día (salón, cocina, dormitorios).
▪︎ Si estás reformando, lo mejor es diseñar una solución mixta desde el principio, combinando eficiencia, estética y ahorro a largo plazo.