Calderas de bajo consumo
Una caldera de bajo consumo es clave en la calefacción sostenible, si es que estamos utilizando calderas de combustibles fósiles para este menester.
Existen en el mercado calderas que son algo más caras que las convencionales, pero que consiguen hasta un 40% de ahorro de combustible frente a las calderas convencionales, con lo cual el pequeño esfuerzo inversor inicial se compensa rápidamente.
En España, además, este tipo de sistemas eficientes reciben subvenciones, porque ayudan al país a reducir sus emisiones de CO₂.
Básicamente, las calderas de bajo consumo son de dos tipos.
Las calderas de condensación son calderas que extraen el calor del humo de la combustión, ofreciendo ahorros de hasta el 40% del combustible. Están disponibles tanto para gas como para gasóleo.
Las calderas de baja temperatura basan su elevado rendimiento en otro sistema.
Las calderas convencionales alcanzan sus rendimientos más elevados en los días en los que hace más frío del invierno. Están optimizadas para que lo hagan así. Pero el resto del tiempo, es decir, casi siempre, no son tan eficientes.
Las calderas de baja temperatura, sin embargo, sí están optimizadas para funcionar con su mejor rendimiento cuando la demanda de calor no es tan elevada; por eso se llaman de baja temperatura.
Estas calderas solo están diseñadas para trabajar con gasóleo, y alcanzan ahorros de hasta un 30% frente a las tradicionales.
Nuestra recomendación es que, si tienen gasóleo, se decidan por una caldera de condensación, porque alcanzan ahorros más elevados.
Noticias sobre eficiencia energética
Lo que los alemanes llaman “casa pasiva” es una casa que aprovecha características del bioclimatismo, como la orientación hacia el sur, para el mejor aprovechamiento de la radiación solar, en combinación con un cierre hermético de todo el habitáculo, que es ventilado gracias a un sistema especial para renovar el aire. No utilizan calderas.
Johnny Walker utilizará biomasa.
La empresa licorera Diageo, propietaria de las marcas Johnny Walker y Smirnoff, entre otras, va a realizar una instalación de biomasa en su destilería de Roseisle, Escocia.
Estudio comparativo: una caldera de condensación ahorra hasta 400 euros anuales con relación a una caldera de gasóleo.
Una caldera a gas de condensación puede ahorrarnos hasta 400 euros anuales si la utilizamos en lugar de una de gasóleo, con lo cual en poco más de un año se habrá amortizado la diferencia de precio entre ambas.