Una forma muy económica y sencilla de ahorrar agua en la casa es el uso de perlizadores de agua. Son unos dispositivos muy pequeños, como una pequeña tubería, que se acoplan en los grifos y duchas. Reducen el caudal a la vez que inyectan aire en el mismo, con lo cual la sensación que tenemos es de que el volumen de agua se mantiene, pero el consumo real se reduce en un 50%.