Suelo radiante: climatización invisible para hogares

Instalamos suelo radiante por agua en obra nueva y reformas, adaptado a tu espacio y a tu estilo de vida.

Beneficios inmediatos

Al instalar suelo radiante obtienes los siguientes beneficios:

¿Cuánto cuesta el suelo radiante?

Sabemos que el precio del suelo radiante es un factor clave al tomar decisiones. Aunque cada vivienda requiere un estudio personalizado, aquí te ofrecemos una estimación orientativa según el tipo de instalación:

Estos precios incluyen materiales, instalación y asesoría personalizada. Siempre adaptamos el sistema a las necesidades de tu vivienda, garantizando confort y eficiencia.

El coste de una instalación de suelo radiante varía según el tipo de obra (nueva o reforma), la superficie de la vivienda, el aislamiento y la fuente de energía elegida (aerotermia o geotermia).

Consulta la TABLA DE PRECIOS y todos los factores que influyen en el presupuesto final.

Instalación de suelo radiante por agua

“Nuestros clientes en Sant Cugat ahora disfrutan de un hogar más eficiente y confortable”.

Combinado con aerotermia, 240 m² en vivienda unifamiliar de Sant Cugat.

¿Cómo funciona?

El suelo radiante es un sistema que ofrece calefacción y refrigeración. 

En modo calefacción, el sistema funciona con agua caliente (35 – 45°C), que circula por un circuito de tuberías. Normalmente, se usa tubo de plástico dispuesto bajo el suelo. Esto permite que el calor se transmita de manera uniforme a la superficie. Luego, el calor se distribuye por toda la habitación.

En modo refrigeración, el agua circula a una temperatura más baja (15 – 18°C), absorbe el calor del ambiente y refresca el espacio de forma suave, sin corrientes de aire.

La calefacción por suelo radiante y el suelo radiante refrescante son opciones ideales para la climatización del hogar. Funcionan bien en cualquier época del año. Proporcionan calor en invierno y frescura en verano. Se adaptan a las necesidades de cada estación.

Lo mejor de todo es que son instalaciones discretas y eficientes, perfectas si buscas confort sin renunciar a un diseño limpio y elegante.

El suelo radiante es un sistema que ofrece calefacción y refrigeración. 

En modo calefacción, el sistema funciona con agua caliente (35 – 45°C), que circula por un circuito de tuberías. Normalmente, se usa tubo de plástico dispuesto bajo el suelo. Esto permite que el calor se transmita de manera uniforme a la superficie. Luego, el calor se distribuye por toda la habitación.

En modo refrigeración, el agua circula a una temperatura más baja (15 – 18°C), absorbe el calor del ambiente y refresca el espacio de forma suave, sin corrientes de aire.

Míralo en 1 minuto

Calefacción por suelo radiante

Agua en circulación: 35°C - 45°C

El agua caliente que circula por las tuberías emite calor de forma gradual y uniforme hacia la superficie.

Este calor se irradia por toda la habitación, manteniendo una temperatura agradable y constante sin puntos fríos ni corrientes de aire.

Suelo radiante refrescante

Agua en circulación: 15°C - 18°C

El agua fría que circula por las tuberías absorbe el calor del ambiente, refrescando la habitación y manteniendo una temperatura agradable.

Si quieres saber cómo funciona el sistema refrescante de suelo radiante, puedes consultarlo en nuestra guía.

Techo y pared radiantes

Al igual que el suelo radiante, la pared y techo radiantes son sistemas de calefacción y refrigeración. Funcionan mediante la emisión de calor o frío y están embebidos en las paredes o el techo. Estos sistemas también utilizan tuberías de polietileno por las que circula agua caliente o fría, según se necesite.

Son una gran opción para climatizar el hogar, pues no requieren grandes intervenciones estructurales. Además, pueden proporcionar calefacción complementaria cuando no es práctico ampliar el sistema de calefacción convencional.

¿De dónde obtiene energía el suelo radiante?

El suelo radiante no produce calor ni frío por sí solo. Necesita una fuente de energía para calentar o enfriar el agua en sus tuberías. Existen varias opciones, pero las más eficientes y sostenibles son la aerotermia y la geotermia, que aprovechan la energía renovable del aire o del suelo, respectivamente.

Aerotermia y suelo radiante

La aerotermia es un sistema que utiliza una bomba de calor aerotérmica para extraer energía térmica del aire exterior. Esta tecnología funciona incluso en invierno, cuando las temperaturas son bajas, y se puede utilizar tanto para calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria (ACS).

Geotermia y suelo radiante

La geotermia es una tecnología que extrae calor del subsuelo, donde la temperatura se mantiene estable durante todo el año. Para ello, se instalan tuberías a diferentes profundidades, que captan el calor del terreno y lo transfieren a una bomba de calor geotérmica.

¿Por qué elegir suelo radiante?

Proyectos

Todos nuestros sistemas están equipados con termostatos inteligentes, lo que permite un control preciso por zonas para ajustar la temperatura según tus necesidades. 

Además, son compatibles con fuentes de energía renovable, como sistemas de aerotermia y fotovoltaicos, para maximizar la eficiencia energética y el ahorro a largo plazo.

Preguntas frecuentes

Al recomendar un sistema de calefacción, hacemos un estudio detallado. Este estudio nos ayuda a elegir la mejor opción. Consideramos varios aspectos, entre ellos, el área a calentar, la complejidad de la obra y el gasto energético. 

Con base en nuestra experiencia, recomendamos el suelo radiante por agua. Es la mejor opción siempre que sea viable su instalación. 

Si se combina este sistema con una bomba de calor de aerotermia, se crea un sistema muy eficiente. Esto reduce los costos de energía y ayuda a recuperar la inversión con el tiempo. Además, ofrece la ventaja de tener suelo radiante refrescante en verano.

Por otro lado, el suelo radiante eléctrico es más fácil y barato de instalar. Sin embargo, su uso y mantenimiento siempre será más caro. Esto es especialmente cierto si el cliente planea usar el sistema de forma continua.

La elección de un sistema u otro depende de las necesidades de calefacción del cliente. También depende del tipo de construcción de su casa y de sus preferencias personales. 

En general, el suelo radiante por agua es una instalación que funciona a baja temperatura. Consume poca energía y distribuye el calor de manera uniforme. 

También tiene la opción de refrescar. Además, es invisible y silenciosa. Sin embargo, el sistema tarda un poco más en calentar una habitación y la inversión inicial puede ser alta.

Por otro lado, los radiadores son más económicos, fáciles de instalar en reformas y dan calor inmediato. Pero no es un sistema eficiente. Consume mucha energía y concentra el calor en áreas específicas. También limita el espacio para el mobiliario y no refresca en verano.

Para que el sistema funcione bien, es importante equilibrar el circuito de tuberías. Esto asegura que el agua llegue de manera uniforme a todas las áreas. Además, se lleva a cabo una purgada de aire en los colectores para evitar burbujas que puedan bloquear el flujo. Estos dos pasos son esenciales para lograr un rendimiento óptimo y una climatización homogénea.

La aerotermia es un sistema versátil que permite calefacción, refrigeración y la producción de agua caliente sanitaria (ACS). Su funcionamiento se basa en una bomba de calor que extrae energía del aire exterior, incluso en invierno, para climatizar el hogar de manera eficiente.

En modo calefacción, la aerotermia calienta el agua que circula por las tuberías del suelo radiante. Este agua calienta el suelo. El calor se irradia de manera uniforme hacia arriba. Así, llena cada habitación de un calor agradable y envolvente, sin zonas frías.

En modo refrigeración, la aerotermia extrae el calor de casa y lo expulsa al exterior. Al mismo tiempo, el agua fría circula por el suelo radiante, absorbiendo el calor del ambiente y refrescando suavemente el hogar.

La inercia térmica permite que el suelo mantenga el calor incluso después de apagar la calefacción, logrando un confort más duradero. El panel aislante, colocado bajo la instalación, ayuda a que el calor suba hacia el interior y no se pierda hacia abajo. Por eso, los sistemas radiantes son más eficientes que los radiadores convencionales o las calderas de gas. Ofrecen calor uniforme y ahorran energía.

El aislamiento térmico evita la pérdida de calor hacia el suelo y ayuda a que la energía se aproveche mejor dentro de casa. Además, la banda perimetral, que se coloca alrededor de las paredes, permite que el sistema tenga una ligera dilatación sin dañar el pavimento. Gracias a estos dos elementos, el sistema de climatización funciona de manera más eficiente, reduciendo el consumo energético y manteniendo la temperatura agradable durante más tiempo.

Contáctanos

Analizamos tu caso sin compromiso y te damos una propuesta realista: cuánto podrías ahorrar, qué sistema de suelo radiante es viable y si puedes acceder a ayudas públicas.