Reciclaje de aguas grises

Las aguas grises son el agua que hemos utilizado en los lavabos y en las duchas. Mediante un proceso de purificación mediante membranas o sistemas de luz ultravioleta, queda totalmente higienizada, y puede reutilizarse para usos de la casa en los que no se requiere de agua potable. Puede aprovecharse, por ejemplo, para las limpiezas, el riego del jardín o la cisterna del váter, que es un gran desperdiciador del agua potable.

Para disponer de este sistema de reciclaje, es necesario disponer de más de un circuito hidráulico en la casa, para poder separar el agua potable, el agua reciclable y el agua reciclada. La complejidad de la obra aconseja que el sistema se instale cuando la casa está aún en construcción, para evitar los costes de abrir paredes, etc.

Reciclar el agua usada es una de las mejores opciones para reducir costes en el hogar, y sobre todo, para tener un consumo sostenible del agua. Reutilizando las aguas grises, residuales o las de lluvia, ahorramos miles de litros de agua potable al año, puesto que utilizamos el agua reciclada para todos aquellos usos en los que no es indispensable el agua potable. Es decir, todos, menos cocinar, beber y ducharnos.