Casa sostenible

Productos de limpieza

El limón es uno de los productos naturales que sirve para limpiar de forma ecológica

Productos de limpieza

¿Te toca hacer la limpieza este mes? A mí también. Lo que no tiene mucho sentido es darle un buen mordisco al planeta (y a nosotros mismos) en el proceso. ‘Limpiar nuestra manera de limpiar‘ no es tan fácil como salir corriendo a la droguería en busca de la primera botella que promete en su etiqueta compuestos biodegradables y respetuosos con el medio ambiente (muchos de ellos sin verificar o inverificables).

En lugar de vivir pendientes de los tóxicos que pudieran contener nuestros productos de limpieza, y que inevitablemente acabamos tirando por el váter o por el fregadero, es mejor hacerse con un pequeño número de sustancias con las que podemos fabricar nuestros propios productos limpiadores. Comprobarás que la mayoría de los ingredientes ya los tienes en tu casa o son muy fáciles de conseguir en la droguería o en la farmacia.

Lo que necesitas: Vinagre de vino blanco (elimina el moho, las bacterias y los gérmenes)

  • bicarbonato sódico (desodoriza, pule superficies y es un agente limpiador natural)
  • zumo de limón (tiene cualidades antibacterianas y antisépticas, es un blanqueador natural y controla los olores)
  • aceite de oliva (pulimenta y nutre la madera)
  • sal (abrasivo para fregar y desodoriza)
  • agua oxigenada (elimina las bacterias y el moho)
  • jabón de castilla (jabón natural, hecho con aceite de oliva y sosa cáustica)
  • botellas vacías con vaporizador y trapos reusables
  • aceites con tus fragancias favoritas.

Limpiador universal multiuso. Llena un recipiente a partes iguales de vinagre y agua. El olor a vinagre desaparece tan pronto se seca, pero si te desagrada siempre puedes añadir al producto unas gotas de zumo de limón. Guárdalo en una botella con spray y úsalo para casi todo.

Limpiador de ventanas y cristales. Mezcla en una taza 1/4 de vinagre y el resto agua templada. Mételo en una botella con spray y agítalo. Si frotas los espejos con un poco de aceite de eucalipto evitarás que se empañen con el vaho.

Detergente para suelos. Llena un cubo con agua caliente, 1/4 de taza de vinagre y un chorrito de jabón de castilla. Utiliza el mocho.

Limpiador de alfombras. Espolvorea la alfombra con bicarbonato sódico, frota con un cepillo y pasa el aspirador. Para las manchas, mezcla a partes iguales bórax (sal de boro) o bicarbonato sódico, sal y vinagre. Aplica la pasta sobre la mancha y deja secar, pasa después el aspirador.

Pilas, lavabos y fregaderos. Mezcla bicarbonato sódico con un poco de jabón de castilla. Puedes añadir esencias o fragancias a tu gusto. Fregar y enjuagar.

Horno. Mezca tres partes de bicarbonato, una de sal y otra de agua. Esparce la mezcla por la superficie del horno y déjala ocho horas. Raspa con una espátula y limpia con un trapo.

Desagües. Llena media taza con bicarbonato y échalo por el desagüe, seguido de media taza de vinagre. Déjalo actuar unos minutos y haz correr el agua caliente.

Limpiador para la madera. Mezcla dos partes de aceite de oliva con una de zumo de limón. Frota la superficie del mueble con un trapo suave.

Superficies mohosas. Mezcla media taza de agua oxigenada con una de agua. Pulveriza las áreas con moho. Déjala actuar durante una hora y luego enjuaga.

Váter. Mezcla 1/4 de taza de bicarbonato con una taza de vinagre. Tíralo por el váter y deja actuar la mezcla unos minutos. Tira de la cisterna.

Acero inoxidable. Frota las superficies con un poco de aceite de oliva.

Mármol, granito o silestones. Estos materiales pueden resultar afectados por la acidez del vinagre, así que podemos reemplazarlo por alcohol o vodka para usarlo como limpiador universal.

Ambientador natural. Pon cerca de una fuente de calor un recipiente con agua, unas ramas de canela y unas gotas de aceite aromático.

Fabricar nuestro propio jabón

También es posible fabricar nuestro propio jabón aprovechando el aceite usado en la cocina.Con esto conseguimos dos ventajas fundamentales. La primera es un beneficio para el medio ambiente, porque el aceite usado es altamente contaminante. La segunda es el ahorro y la aplicación en nuestra casa de un producto de limpieza natural.

JABÓN EN PASTILLAS

  • 4 litros de agua
  • 2 litros de aceite usado
  • 500 gramos de sosa cáustica
  • 500 gramos de cenizas o, si se prefiere, detergente en polvo

Se mezclan todos los ingredientes y vamos removiendo la mezcla bastante frecuentemente durante unas 2 horas. Cuando empieza a cuajar la mezcla la volcamos a un recipiente del que tendremos que haber cubierto el fondo con papel de diario o algún trapo, e igualamos la superficie para que quede plana. Lo dejamos hasta que se duro y después de unos 2 días ya podemos cortar el jabón y darle la forma que queramos a las pastillas. Éstas las tenemos que dejar secar durante 1 día y ya las podemos envolver en cualquier tipo de plástico o envoltorio.

Podemos decorarlas con pétalos o cualquier otra cosa, y aromatizarlas incorporando hierbas aromáticas o aceites esenciales.

DETERGENTE EN PASTA

  • 1 litro de aceite usado
  • 7 litros de agua
  • 200 gramos de sosa cáustica
  • Opcional: 1 litro de detergente líquido

En este caso la preparación es fácil, se mezcla todo, con los cuidados pertinentes dado que estamos trabajando con sosa cáustica (se aconsejan guantes y en algunos casos mascarillas) y se deja en reposo durante 6-7 días. Pasado este tiempo tendremos nuestro propio detergente en pasta.

El detergente en pasta se puede poner dentro de la misma lavadora y la ropa sale perfecta, y también es ideal como quitamanchas si lo frotas encima de la mancha y dejas actuar, luego a la lavadora y listo.

DETERGENTE o JABÓN LÍQUIDO

  • litro de aceite usado
  • 200 gramos de sosa cáustica
  • 13 litros de agua
  • Opcional: Detergente en polvo, suavizante o esencias

Mezclamos el aceite, la sosa y 2 litros de agua, el resto la añadiremos luego. En algún cubo o barreño vertimos el agua y le añadimos la sosa cáustica. Una vez la mezcla anterior esté tibia añadimos el aceite usado y colado y removemos, ya sea manualmente con algún palo de madera o similar o con la batidora a una marcha lenta, durante 15 o 20 minutos descansando cada 5 minutos, en el caso de la batidora, y removiendo durante 45 minutos si lo hacemos manualmente. Dejamos la mezcla y la vamos removiendo de vez en cuando y rompiendo las capas duras durante 2 días. Cuando ya no quede líquido, calentamos el resto del agua y la añadimos a la mezcla, removemos y cuando quede líquido, si queremos añadimos también el detergente en polvo, suavizante o esencias para darle aroma.

En este caso, también pasa lo mismo, si queremos utilizarlo como gel, la cantidad de sosa es menor, aunque desconocemos la cantidad exacta.


Inicio | Tratamiento de aguas | Bioclimatismo | Calefacción | Aguas pluviales | Aguas grises | Aguas residuales | Calefacción radiante | Radiadores de bajo consumo | Agua caliente solar | Calefacción solar | Calefacción por biomasa | Calderas | Bomba de calor | Geotérmica | Climatización | Bombas de calor | Energía geotérmica | Solar | Transmision sostenible | Pozo canadiense | Producción de electricidad | Fotovoltaica | Eólica | Hidráulica | Cogeneración | Otros sistemas | Piscinas sostenibles | Césped sostenible | Cocina solar | Productos de limpieza | Lavadoras | Ahorro de agua | Ahorrar energia de casa | Las casas pasivas | Instalaciones | Subvenciones |