Calefacción

Calefacción sostenible

La calefacción sostenible tiene en cuenta varios parámetros, tales como el sistema de producción del calor, el aislamiento de las tuberías y el tipo de transmisión de la calefacción.

Calefacción sostenible

La calefacción sostenible puede llamarse a aquella que utiliza los sistemas menos contaminantes aplicando simultáneamente estrictos criterios de eficiencia energética. Además, es necesario tener en cuenta varios parámetros, como la forma de producir la calefacción, el aislamiento y la forma de distribuirla.

Un sistema de calefacción convencional pero sostenible sería la típica calefacción central, pero empleando calderas de bajo consumo y radiadores de bajo consumo. De esta forma, no sería necesario retocar el sistema básico de calefacción de la casa, sólo la caldera y los radiadores, y sería así la solución más sencilla. Un sistema así puede proporcionar hasta un 50% de ahorro frente a los sistemas convencionales.

Otros sistemas, ya menos convencionales, aplicarían las energías renovables y requerirían de una instalación más compleja.

Calefacción solar: la calefacción solar está calculada para cubrir el 30% de las necesidades energéticas de agua caliente y calefacción a lo largo de todo el año, pues es ésta la forma más rentable de aplicarla. La explicación es que para cubrir un porcentaje más elevado, serían necesarias más placas solares que apenas se usan el resto del año, encareciendo la instalación.

Calefacción con biomasa: usar la biomasa -es decir, leña y otros residuos vegetales- de forma sostenible es económico y ecológico. Las calderas y estufas modernas de biomasa presentan rendimientos muy elevados, lo que ahorra combustible y dinero, y proporciona confort.

Calefacción radiante: no es una forma de producción de la calefacción, sino de distribución de la misma. Consiste en que un suelo bajo el cual discurre un sistema de tuberías que transmite la calefacción, en lugar de usar radiadores. También existe el techo radiante, que presenta algunas ventajas frente al suelo radiante.

Calefacción mediante bomba de calor: la bomba de calor aprovecha las leyes físicas para transportar calor de un lugar a otro, tal y como las bombas hidraúlicas transportan el agua de un sitio a otro. La energía que consumen la utilizan para este fín. Son capaces de producir hasta cuatro veces más calor del que producen.

Calefacción geotérmica: es el sistema más eficiente que existe, aunque es también el más complejo y caro de instalar. Por este motivo, está aún poco extendido en los edificios unifamiliares, aunque las instituciones colectivas están comenzando a conseguir gran provecho de él, por ejemplo en hospitales.

Radiadores de bajo consumo: si queremos usar radiadores en lugar de suelo radiane o fancoils, es mejor decantarse por los radiadores de bajo consumo.

Noticias sobre eficiencia energética

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Una caldera a gas de condensación puede ahorrarnos hasta 400 euros anuales si la utilizamos en lugar de una de gasóleo, con lo cual en poco más de un año se habrá amortizado la diferencia de precio entre ambas.

→ El nuevo concepto alemán de casa eficiente: la casa pasiva

Lo que los alemanes llaman “casa pasiva” es una casa que aprovecha características del bioclimatismo, como la orientación hacia el sur, para el mejor aprovechamiento de la radiación solar, en combinación con un cierre hermético de todo el habitáculo, que es ventilado gracias a un sistema especial para renovar el aire. No utilizan calderas.


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